Encuentro permitió conocer tendencias internacionales sobre este tipo de financiamiento.
Buscando robustecer el ecosistema emprendedor, la Dirección de Innovación y Transferencia (DIT), mediante el FIC-R Maule Polo Tecnológico Alimentario, organizó una sesión que permitió a profesionales de nuestra comunidad identificar oportunidades que dinamicen el desarrollo regional.
La jornada, liderada por el destacado académico e investigador trasandino, Manuel Gonzalo, se centró en analizar desafíos y lecciones a partir de la experiencia del FONDCE (Fondo Fiduciario para el Desarrollo de Capital Emprendedor) en Argentina.
“Es imperativo explorar nuevos modelos de articulación entre el Estado, las Universidades y el segmento emprendedor, que permitan avanzar con agilidad hacia la innovación de base científica tecnológica”, señaló la directora de la DIT, Nadia Rojas Villacura.
En esa línea, Rojas explicó que startups y empresas emergentes que buscan desarrollar nuevas tecnologías o soluciones, “a menudo requieren de matrices de financiamiento más diversas y flexibles para escalar sus desarrollos y operaciones”, detalló.
Y ahí es donde el capital de riesgo desempeña un papel crucial, “ya que proporciona a las empresas capacidades para centrarse en la investigación y el desarrollo. Esto puede resultar en innovaciones más rápidas y disruptivas dentro del del rubro alimentario y los distintos sectores productivos del Maule”, indicó.
Impulsar desde el entorno universitario
Las universidades, vistas como un espacio incubador de ideas, son fundamentales para formar iniciativas con potencial de financiamiento y escalamiento.
«Sin academia no hay capital de riesgo. Necesita, evidentemente, adaptarse a ciertas lógicas, pero sin proyectos innovadores, que muchos salen de las aulas, es muy difícil que se desarrollen después emprendimientos vanguardistas”, enfatizó Manuel Gonzalo.
En ese sentido, el experto abogó por una mayor colaboración entre instituciones de educación superior y el sector productivo, a fin de forjar más capital humano especializado para la sociedad.
“Las universidades tienen que formar personas, crear espacios, involucrarse en los temas del territorio y después captar a exalumnos/as que pasaron por el mundo privado y ya cuentan con un bagaje para aportar con innovaciones institucionales», subrayó.